Celebración de la adquisición del grado de maestro de Sagrada Teología en el colegio de San Agustín de Granada

La actividad del colegio San Agustín en Granada durante la Edad Moderna es totalmente desconocida. Debía tener su sede en el convento de San Agustín, de agustinos calzados, que estaba ubicado en el lugar que actualmente ocupa el Mercado de San Agustín.

Un pliego impreso con el título Epinicio armónico que dio el colegio del sagrado orden de nuestro padre San Agustín de Granada… al recibirse de maestros en Sagrada Teología…, nos acerca a la celebración de la ceremonia de graduación de varios maestros de Teología que tuvo lugar en esa institución en una fecha sin precisar. Los maestros en cuestión fueron:

- Fr. Francisco de la Peña, prior de Cuenca (oriundo de Cuenca).

- Fr. Fernando Capote, prior de Coín (natural de Aguilar).

- Fr. Tomás de Vergara (natural de Córdoba)

- Fr. José Garrido, prior del Bonillo (natural de Bonillo).

- Fr. Juan Casquete, prior de Málaga (natural de Fregenal).

El prior del convento granadino era en ese momento fray Antonio del Pino. La recitación estuvo a cargo de fray Nicolás Delgado y estuvo dedicada a fray Francisco de Albinar que era el provincial de la Provincia agustiniana de Andalucía (había sido prior de los conventos agustinos del Puerto de Santa María y de Granada) y el que había conferido los grados a los citados maestros.

Los epinicios griegos eran composiciones líricas con las que se celebraba una victoria en competiciones atléticas o de otra naturaleza. Félix Enciso Castrillón, en sus Lecciones y modelos de elocuencia sagrada y forense (Madrid, 1840), nos proporciona los preceptos del género y lo propone para: “Cuando es una victoria el beneficio recibido, toma la oración gratulatoria el nombre de epinicio”. En el caso que nos ocupa la “victoria” era la consecución del grado de maestro de Teología. El adjetivo “armónico” deriva de la importante componente musical que tuvo este acto, para el cual debió disponerse un escenario con un telón en el que se había dibujado “un peñasco”.

La introducción estuvo a cargo de la música: “Ínclitos héroes que en doctas palestras”. Seguidamente: “se danzaron torneos por ocho gallardos jóvenes, en acción de ganar seis coronas que había sobre un peñasco”. Continuó el acto con una poesía que igualmente tuvo un carácter preliminar. A partir de aquí, los textos cantados fueron alternando con los poemas recitados en los que se hacía alusión a cada uno de los nuevos maestros, cerrando cada intervención con el ofrecimiento que se les hizo de una corona de distinta naturaleza: corona de oro y piedras, grama, olivo, laurel y mirto. Prosiguió el evento con la entrega de “una corona compuesta de todas las demás” al padre provincial Francisco de Albinar. La conclusión estuvo también a cargo de la música “Detén la voz, suspende”.

Para finalizar el acto: “se abrió el peñasco, de donde salieron muchos pájaros y viose en medio una fuente echando agua, arrojaron flores de lo alto y los ocho del torneo tomaron hachas y danzaron una contradanza con que se dio fin”.

Los textos cantados y recitados responden a las prescripciones dadas por Enciso Castrillón para los epinicios. El impreso concluye proporcionándonos el nombre del compositor de la música, Antonio Navarro, maestro de capilla de la colegiata del Salvador de Granada entre 1714 y 1755, cuya capilla musical probablemente fue la encargada de interpretarla. Este pliego salió de las prensas granadinas de Andrés Sanchez, impresor en la ciudad entre 1714 y 1735, arco cronológico para la celebración de esta toma de grados. Si fray Juan Casquete, prior del convento de San Agustín de Murcia al menos desde 1726, fallecido en 1728, es el homónimo que se cita en este impreso como prior de Málaga, la fecha podía acotarse entre 1714 y 1726.

No disponemos de más datos para saber si las celebraciones de la consecución de grados en el colegio del convento de San Agustín de Granada se celebraban siempre con este aparato musical o si, por el contrario, se trató de un caso excepcional.