Paseo, procesión y máscara de la fiesta de la proclamación de la Inmaculada Concepción como patrona de España (25-7-1761)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
Tras la celebración de los actos de culto oficiados en el convento de San Francisco de la Alhambra para celebrar la proclamación de la Inmaculada Concepción de María como patrona de España, la mañana del 25 de julio de 1761, por la tarde tuvo lugar un paseo, una procesión y una máscara que recorrieron el perímetro y el recinto interior de la fortaleza.
Palabras clave
música en las calles y plazas , tañido de campanas , procesión , bullicio en la calle , danzas , fiesta de proclamación de la Inmaculada Concepción como patrona de España , máscara , motete , cantada (= cantata) , paseo , proyecto cofradías , danzas , escuadra militar , cantores , ministriles , ciudadanos , atambores / tambores , carro triunfal , niños de la Alhambra , Orden de los franciscanos de la Alhambra , cofradía de Jesús de la Humildad, Santísimo Cristo de la Vía Sacra y Santísimo Rosario
Tras la celebración de los actos de culto oficiados en el convento de San Francisco de la Alhambra para celebrar la proclamación de la Inmaculada Concepción de María como patrona de España, la mañana del 25 de julio de 1761, tuvo lugar “el paseo” que salió de este cenobio franciscano la tarde de ese día, “a la hora competente”.
Véase: https://www.historicalsoundscapes.com/evento/177/granada.
La comitiva iba precedida de los “atambores” y escoltada por una escuadra de fusileros que repetían sus descargas en las estaciones del recorrido. El cortejo estaba formado por la comunidad franciscana, a la que acompañaba la cofradía de Jesús de la Humildad que tenía su sede en la parroquia de Santa María de la Alhambra, en cuya colación estaba asentado el convento. El elemento más destacado era un carro triunfal, en el que iban los niños y niñas que personificaban a la Inmaculada Concepción, a María de Jesús de Agreda, un ángel y a Juan Duns Escoto. Precedía y seguía a la comitiva un “innumerable gentío que clamaba con vítores y vivas”. Entremezcladas iban las danzas, “divirtiendo al concurso [de gente]”, y doce “mancebos vestidos de diferentes vestidos de diablillos” que abrían paso a la comitiva. Desde el convento se dirigieron a la Puerta del Carril y dando la vuelta por la Alameda Alta volvieron por la Puerta del Cuerpo de Guardia (la Puerta de las Armas) para subir por la Plaza de los Aljibes y continuar por la Calle Real hasta llegar de nuevo al convento, dando entonces comienzo la procesión.
En la procesión, en la que los acompañantes portaban cirios, al cortejo del paseo se unió la Compañía del Presidio con sus bayonetas caladas escoltando en sus respectivos sitios a las imágenes de San Francisco, “costosamente aderezado, en andas”, y la imagen de la Purísima Concepción. Cerrando la comitiva iba la Custodia con el Santísimo Sacramento, “cantando la música varios motetes y cantadas al intento”, concluyendo la procesión ya entrada la noche.
“Pasadas algunas horas”, de improvisto, se presento, precedida de un “atabambor”, una máscara que habían dispuesto los niños de la Alhambra, los cuales portaban un víctor a la Inmaculada Concepción:
“Fue muy de celebrar el ver lo bien adornados que iban y cada cual con su vistoso disfraz y su blandón en la mano. Llevaba cada uno un paje de tonelete y puestos en orden de procesión, observaban tal seriedad y formalidad que el chiste y gracejo pasaba a admiración. Llevaban delante dos niños vestidos de golilla, haciendo el papel de ministros o alguaciles de corte, con tanta propiedad y viveza que era un hechizo ver a unos niños de diez a once años, la prontitud y gracia con que iban haciendo plaza y apartando la gente para que el concurso no embarazase el paso de la máscara”.
Al día siguiente, para concluir los festejos, hicieron otra procesión que bajó al llano de la ciudad.