Misa de la Concepción de Nuestra Señora

Jerónimo Pinelo, canónigo y maestrescuela de la catedral, doto la capilla del Pilar para enterramiento suyo y de su linaje, además de sus “criados” Juan Pinelo, racionero, y Juan de Estrada, veintenero. El ocho de mayo de 1523, el cabildo aceptaba su extensa carta fundacional. Entre otras mandas, establecía que el primer miércoles de cada mes se celebrara en esta capilla, “en la mañana, mientras tañere a prima”, una misa de la Concepción de Nuestra Señora cantada polifónicamente y con la asistencia de diácono y subdiácono. Al finalizar se cantaría un responso por la almas de sus padres y de todos su difuntos. La fábrica de la catedral percibiría por cada misa 153 maravedís, el diácono y subdiácono un real (34 maravedís) cada uno, el maestro de capilla tres reales, uno y medio serían para él y los seises (“sus muchachos”) y el otro real y medio para los otros cantores, un cuartillo de real para el mozo que servía en la dicha misa y otro cuartillo para el campanero, porque tenía obligación de tañer ese miércoles un doble solemne, después de tañida la campana del alba. La misa sería oficiada por el capellán que servía su capellanía en este lugar, por lo que percibiría un real.