Lecciones de música en el convento de San Leandro de Sevilla
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
Francisco Pacheco, biógrafo y retratista del organista Francisco Peraza (I), nos proporciona la noticia de dos de sus destacadas alumnas, “las Alcázares”, “berberiscas”, las cuales profesaron como monjas músicas en el convento de San Leandro de Sevilla, en el cual ejercieron una importante labor docente formando a otras hermanas para la capilla musical de este cenobio agustino.
Palabras clave
lecciones de música , órgano , Francisco Peraza I (compositor, organista) , Alcázares (monjas, organistas) , organista
Francisco Peraza (I) llegó a Sevilla en 1584 para opositar a la prebenda de organista en la catedral hispalense, la cual ganó con brillantez, despertando la admiración de todos los presentes, entre ellos el arzobispo Rodrigo de Castro y Francisco Guerrero, el cual había sido el responsable de realizar las pruebas y proporcionar a los opositores los materiales para su desarrollo.
Francisco Peraza (I) desarrolla en la ciudad una importante labor docente hasta su fallecimiento el 24 de junio de 1598, con tan solo treinta y cuatro años. Su biógrafo y retratista, Francisco Pacheco, hablando de sus afamados alumnos, dice: “aunque sus discípulos, por serlo, ocuparon los mejores [puestos] en las iglesias de España, y dos berberiscas que lo fueron, llamadas las Alcázares, merecieron ser maestras de muchas monjas en el convento de San Leandro de esta ciudad”.
Muchos son los datos e incógnitas que presenta esta interesante cita. El calificativo de “berberiscas” apunta a su origen beréber y, por lo tanto, a su más que probable condición de esclavas, evidentemente al servicio de algún notable de la ciudad que, en un momento determinado, ¿en su testamento?, les daría la carta de libertad. Es probable que profesaran en el convento de San Leandro sin dote, precisamente por que ingresaran en este cenobio agustino como monjas músicas. Las enseñanzas de Peraza pudieron recibirlas o en el entorno doméstico de la familia a la que sirvieron, lo cual nos recuerda el caso del granadino Juan de Sesa (= Juan Latino), o ya en el interior del convento, donde se convertirían, a su vez, en maestras de otras novicias. Las fechas vienen acotadas por el periodo de catorce años que Peraza residió en Sevilla, entre 1584 y 1598, aunque Pacheco señale que había servido a la catedral durante 16 años, lo cual no es posible, ya que estuvo asalariado en la catedral de Toledo hasta abril de 1584.