Fiestas de toros y cañas (1599)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Palabras clave
fiestas de toros , juegos de cañas , pregón , sonido de animales , sonidos de carruajes , bullicio en la calle , cabildo de la ciudad , ministriles del cabildo municipal , ministriles , atabalero / timbalero , trompeta , Catalina de la Cerda (duquesa de Lerma, marquesa de Denia) , caballos , carruaje , gentío
En 1599, visitó Sevilla Catalina de la Cerda, hija del IV duque de Medinacelli, casada con Francisco de Sandoval y Rojas, I duque de Lerma y V marqués de Denia, primer ministro y valido de Felipe III. El motivo fue asistir al parto de su hija, Juana de Sandoval y Rojas, condesa de Niebla. La entrada en la ciudad tuvo lugar el 13 de octubre. Se alojó en el Alcázar durante toda su estancia, la cual se prolongó hasta el 6 de noviembre. Los costes para la ciudad, que se encontraba en medio de una epidemia de peste, fueron desmesurados. El cabildo de la ciudad designo una comisión para estos festejos y decidió que se celebraran en la plaza de San Francisco juegos de cañas y toros. Se ordenó la renovación del vestuario de los ministriles, atabaleros y trompetas de la ciudad. El pregón de la fiesta se hizo por el escribano mayor del cabildo, acompañado de trompetas y atabales, con ocho de los veinte alguaciles y el pregonero que, “ a voz de pregón”, anunció las fiestas reales que la ciudad hacía por la llegada a Castilla de la reina Margarita y por la visita de la marquesa de Denia. Para este tipo de espectáculos, se cerraba la plaza y se construían unas gradas de madera para los espectadores, decorándose todo el escenario con ricas telas. El centro neurálgico de la misma eran las casas del consistorio municipal que, en esas fechas, ya contaban con la doble galería porticada, agregada a partir de 1563 al núcleo primitivo del edificio por el arquitecto Hernán Ruiz y cuyo piso alto servía a los miembros del cabildo de palco para contemplar los espectáculos que se celebraban en la plaza. Esta galería fue derribada durante una remodelación efectuada en el siglo XIX. Para los juegos de cañas y toros: “se convidaron tres copias más [de ministriles] de los que sirven a vuestras señorías porque esto hizo a los caballeros y que no sirvió más que una”. La “copia” de cuatro ministriles del cabildo de la ciudad estaba a cargo de Juan de Medina. La remuneración al grupo de ministriles contratado fue de 8 ducados.