Sonidos de la víspera de la festividad del Corpus Christi
Ruiz Jiménez,
Juan Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
Sonidos de la víspera de la festividad del Corpus Christi.
Palabras clave
tañido de campanas ,
fiesta del Corpus Christi ,
salva de artillería ,
salva de mosquetes ,
bullicio en la calle ,
concierto instrumental
,
cabildo de la ciudad ,
cabildo de la catedral ,
tañedor de chirimía ,
trompeta ,
caja ,
clarinero ,
diablillos ,
campanero ,
trompa ,
violinista
El día antes del Corpus, era habitual que se decorara el itinerario que había de seguir la procesión con "luminarias" y que se amenizara este recorrido con trompetas, cajas y ministriles, los cuales se mezclaban con el sonido de las salvas de artillería y mosquetes de la Alhambra y del Castillo de Bibataubín, que también se decoraban con luminarias, al igual que la catedral. En 1637, el cabildo de la ciudad acuerda. "que se pongan luminarias en los miradores de la ciudad y en las casas del cabildo della y en todas las calles y plazas por donde a de pasar la procesión y haya trompetas y chirimías". En 1748, se da cuenta de que "a la hora en punto de las doce, haciendo señal nuestra catedral metropolitana, sin dilación la acompañaron, con sus sonoras campanas, todas las demás iglesia de este granadino cielo, agregándose la Real Fortaleza de la Alhambra, disparando, ordenada, toda su artillería. Las cajas, clarines y chirimías alternaban en la mayor plaza con los repiques. Los diablillos, especialmente vestidos como legión desatada, aumentaron lo grande de este júbilo, con el alborozo de su propia travesura..." A mediados del siglo XVIII, el cabildo de la ciudad enviaba para la festividad del Corpus a la fortaleza de la Alhambra: "tres arrobas de pólvora, hasta tres mazos de mecha, una resma de papel blanco ordinario, cuatro arrobas de velas de sebo para las luminarias y disparar la artillería". A lo largo del día concurría a los distintos escenarios de la fiesta mucha gente a ver los altares ya dispuestos y a disfrutar del ambiente festivo. Bernardo Rodríguez, en el Triunfo Eucharístico... con que la nobilisima ciudad de Granada celebró al SSmo. Sacramento en este año de 1766, hablando de la música dice: "Esta diversión, que en otros años se ha gozado solo en la noche de la vísperas, por todo el tiempo que dura la plaza iluminada, en este año se logró toda la tarde y el tiempo de la noche y el resto de la mañana siguiente, hasta que saliendo la procesión de la plaza, se les puso fin a los conciertos de la música". Valladar
nos proporciona una noticia del Corpus de 1778 que nos permite conocer que estas
actuaciones musicales estaban todavía vigentes en esa fecha. Especifica, además
de la presencia de “tambores” en la procesión, también “el día de las vísperas,
desde las doce”. Al describir el altar que se colocaba en Bibarrambla: “que en
la dicha plaza de Bibarrambla ha de haber, en sus cuatro medios de la
empalizada, cuatro coros de música de ocho hombres cada uno con variedad de instrumentos,
la tarde de dicha víspera y su noche” (en 1774, esos cuatro grupos dieron "conciertos de trompas y violines"). En 1789,
se instalaron: “ocho tribunas de música con sus balcones volcados, de tres
medios puntos y sus cortinas de tafetán o damasco carmesí, cuatro de ellas para
colocar cuatro coros de música de seis hombres y las otras cuatro para adorno y
simetría de las referidas calles”. Dos años más tarde, en 1791, el cabildo municipal da cuenta de que "llegada la hora de las doce de la víspera de dicha solemne función se echó de menos la falta de dicha música [la de las Milicias] que debía empezar a tocar y continuar hasta concluirse la procesión el día siguiente".