Música doméstica, litúrgica y devocional

Fadrique Enríquez de Ribera, I marqués de Tarifa, establece su casa en la nueva residencia que sus padres habían iniciado y que él se encargaría de finalizar, la casa de Pilatos, en la collación de San Esteban, mezcla del estilo renacentista italiano y el mudéjar español, considerada como prototipo de palacio andaluz. En él instala su biblioteca, en la que se encontraban, al inventariarse en 1532, “dos libros de canto de órgano”, cancioneros, las obras de Juan del Encina, pasionarios, libros de horas, un oficio de tinieblas y otros libros litúrgicos. En la casa había una capilla provista de todo lo necesario para la celebración de distintos servicios posiblemente litúrgicos y devocionales. En el testamento de Fadrique Enríquez de Ribera, fechado en Sevilla el 21 de mayo de 1535, lega “todos los ornamentos que yo tengo en la mi capilla, así cáliz de plata e cruces e vestimentas e todos los otros ornamentos que yo tengo en la dicha mi capilla que sean dado al prior y convento del dicho monasterio de Santa María de las Cuevas”. El citado inventario de 1532, pone de manifiesto la importante actividad musical que tenía lugar en la residencia en tiempos del I marqués de Tarifa. En el apartado “música” se recogen los siguientes instrumentos: “dos claviórganos en sus cajas con sus fuelles, dos clavecímbanos en sus cajas, dos monacordios en sus cajas, dos vihuelas, un laúd, tres vihuelas en una caja, un laúd en una caja prieta [preta = negra]”.