Academia literaria en la casa de Juan de Arguijo en Sevilla
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
La casa de Juan de Arguijo (1567-1623), poeta y músico, situada enfrente de la casa profesa de la Compañía de Jesús (actual calle Laraña), fue la sede de una de las tertulias o reuniones literarias conocidas como academias que se celebraban en Sevilla desde el siglo XVI.
Palabras clave
academia , Juan de Arguijo (poeta, vihuelista) , Miguel de Cervantes Saavedra (escritor) , Catalina de la Cerda (duquesa de Lerma, marquesa de Denia) , cantor , vihuelista , Tomás Gutiérrez (actor, autor de comedias, posadero)
El sevillano Juan de Arguijo (1567-1623), poeta y músico, era hijo del veinticuatro D. Gaspar y de D.ª Petronila Manuel y desde el año 1590 desempeñó el mismo cargo que su padre en el cabildo de la ciudad. La casa de Juan de Arguijo estaba situada enfrente de la casa profesa de la Compañía de Jesús (actual calle Laraña) y fue la sede de una de las tertulias o reuniones literarias conocidas como academias que se celebraban en Sevilla desde el siglo XVI: “este dio en hacerse académico y juntar en su casa poetas y músicos y decididores, y así le conocían todos los que profesaban estos ejercicios en el reino, con quien consumió toda la hacienda del principal del que procedían las rentas”. Rodrigo Caro, en su libro Claros varones en letras, naturales de Sevilla, dice de él: “tocaba muchos instrumentos, que en un discante era el primer hombre de toda España”. Entre sus poemas se encuentra la Silva a la vihuela y el soneto A Arión, músico.
Juan de Arguijo tenía una hermosa finca de recreo cerca del convento de Nuestra Señora de Loreto, entre Umbrete y Espartinas, donde pasaba algunas temporadas. En octubre de 1599, alojó y agasajó con una gran fiesta a la comitiva de Catalina de la Cerda, marquesa de Denia, en su camino desde Huelva a Sevilla, en la que Caro dice que gastó la desmesurada cifra de 40.000 ducados. Véase: http://www.historicalsoundscapes.com/evento/311/sevilla.
Al techo de la sala de su residencia, en la que se reunían sus amigos músicos y poetas, pertenece el destacado conjunto pictórico que posteriormente fue reubicado en el palacio de los Monsalves. Está compuesto por cinco lienzos de carácter mitológico, pintados por Alonso Vázquez en 1601: un lienzo con las armas de la Casa de Arguijo, otro relativo a la dedicatoria de la obra, dos a decoraciones de roleos, vegetales y putti y el resto grutescos, roleos y pequeñas obras decorativas con objeto de enmarcar el conjunto. La obra principal, localizada en el centro de la composición, representa la Asamblea de los Olímpicos, presidida por el dios Júpiter en uno de los lados menores. En el lateral derecho, ocupando la esquina más cercana a Júpiter, se sienta Apolo, al cual se ha representado tocando una vihuela de arco.
Aunque no existe un consenso sobre si Cervantes pudo o no asistir a las academias auspiciadas por Francisco Pacheco, heredera de la de Juan de Mal Lara, y Juan de Arguijo, no cabe duda sobre su relación con alguno de los personajes más destacados que acudían a ellas. Este hecho se deriva de su soneto en homenaje póstumo a Fernando de Herrera, el Divino, El que subió por sendas nunca usadas, y del soneto No a menester el que tus hechos canta que se inserta en los preliminares a la obra de Cristóbal Mosquera de Figueroa Comentario de disciplina militar.
Un importante elemento de contacto entre Arguijo y Cervantes debió ser Tomás Gutiérrez, amigo común. Cervantes se alojó en varias ocasiones en la posada de Gutiérrez, frontera a la catedral y actuó de testigo en el proceso que entabló contra la cofradía del Sacramento sita en la iglesia del Sagrario. Juan de Arguijo fue el padrino de una de las hijas de Tomás Gutiérrez, María, bautizada en la iglesia del Sagrario el 6 de octubre de 1598.