El vihuelista Pedro de Madrid

En su Libro de descripción de verdaderos retratos de illustres y memorables varones... en Sevilla, 1599, Francisco Pacheco nos da cuenta de un buen número de tañedores de vihuela sevillanos activos en la ciudad a finales del siglo XVI, alguno de los cuales debió ser asiduo de la Academia que el pintor organizaba en su casa de la calle del Puerco. Entre ellos se encuentra Pedro de Madrid, del que Pacheco, además de su retrato, compone el siguiente panegírico:

“Por la memoria que di[g]namente se le debe a Pedro de Madrid, tuvo lugar entre tan e[x]celentes varones, pues en la música de viguela que profesó fue tan singular que mereció que se le diese el primero entre todos los de su tiempo, y en el pasado no se desdeñara Apolo de darle el suyo en la cumbre del Parnaso cual en este se le concede, y esta insigne ciudad de Sevilla se honra con tal hijo, en quien la Naturaleza hizo dos extremos no sin gran misterio, el uno en dotarlo de tan singular ingenio y el otro en hacerlo ciego y tullido desde su nacimiento”.

Estos vihuelistas constituyen uno de los elementos más destacados en la música ejecutada en el ámbito doméstico durante el siglo XVI.