Procesión de rogativas “pro pluvia” (1683)

Uno de los motivos recurrentes de las procesiones de rogativas organizadas por la catedral era la sequía. El 1 de abril de 1683 se organizó una de estas procesiones con la Virgen de los Reyes, probablemente por el interior de la catedral. Lo más interesante en este caso es que se da cuenta de la música que se interpretó en ella de manera bastante precisa, algo poco habitual:

“... que en el choro se empiece con la  antífona Exurge Domine, como cuando sale la procesión fuera, después comienza la letanía more solicito, y en llegando a la capilla real cese la letanía... y la música canta el motete Sancta et inmaculata con sus versículos y oración. Prosigue la Letanía desde el sancto siguiente al que se dejó... y en llegando la imagen santísima de los Reyes a su capilla la música canta otro motete el cual ha de ser Tota pulchra es Maria con sus versículos y oración, prosigue la procesión y se finece en el altar mayor con el psalmo, versículos y oraciones que están al fin de la letanía pro pluvia... y la letanía ha de ser a canto llano...”

La versión del motete Sancta et immaculata que se cantó pudo ser la de Cristóbal de Morales y la del Tota pulchra es Maria la de Francisco Guerrero, ya que ambas se encontraban en una de las colecciones de motetes en libros de partes que se usaban en la catedral.