Órgano para la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús (1899)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Palabras clave
órgano , arreglo de órgano , Achile Ghys Langie (organero) , Pedro Ghys (organero)
En un artículo escrito para El Defensor de Granada, publicado el jueves de 9 de febrero de 1899, el periodista Diego Marín nos informa detalladamente del nuevo instrumento que el organero Aquiles Ghys había construido para la iglesia recién inaugurada del Sagrado Corazón de Jesús:
“No se equivocó El Defensor, cuando dio noticia de la inauguración de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, al decir que la obra más artística que el nuevo templo encerraría había de ser el gran órgano construido por el notabilísimo artista y mecánico belga Mr. Aquiles Gys, discípulo predilecto del famoso organero de París Mr. Cavaille-Col, español de origen, de quien el ilustre Fetis dijo que “dejaría un nombre glorioso a la posteridad”. Con efecto, el magnífico órgano de los jesuitas, concluido ya, resulta una obra artística de primer orden, que enriquece al templo, prestándole con sus armoniosas y graves sonidos el ambiente místico y mayestático que le faltara.
Año y medio ha tardado Mr. Gys en construir su órgano, (que nunca como en esta ocasión puede llamarse con más justicia el Rey de los instrumentos) ayudado tan solo por dos operarios granadinos y empleando materiales de España a excepción de la lengüetería o pequeños tubos de metal, que ha traido de París. Mr. Gys, que hace tiempo reside en Granada, donde, entre otros, ha restaurado, reformándolos, los hermosos órganos de la catedral, que construyera en el siglo pasado el maestro Leonardo Dávila, ha dado a su obra un carácter mixto, español y extranjero, resultando por tanto el nuevo órgano con todas la grandeza en sus efectos de sonoridad de los órganos nacionales y toda la delicadeza de expresión hija del adelantado mecanismo de la organistería francesa, en cuya historia ha de tener Mr. Gys, como su maestro, un lugar distinguidísimo.
Ocupa el referido instrumento más de la mitad del coro de la flamante iglesia de los jesuitas, estando distribuidas sus máquinas e instrumentos en dos armarios, de tres metros de ancho por siete de alto, en medio de los cuales y delante de la gran vidriera de la fachada del templo y en sentido longitudinal del mismo se halla la consola para la ejecución. Tiene esta dos teclados de mano, con cuatro octavas y media cada uno, uno de pies con veinte y siete notas, un pedal de expresión de movimientos fijos, otro para el trueno, otro para el trémolo y cuatro pisas o pedales de combinación con los cuales se unen en distintas maneras los tres teclados, obteniéndose una sonoridad tal, por el número de pitos que pueden tocar a un tiempo, equivalente a una orquesta de ochenta a cien profesores con veinte y cinco clases de instrumentos, merced a los veinte y cinco juegos de registros corridos, que corresponden a cinquenta de los de antiguo sistema, con un total de mil seiscientos tres pitos.
Admira, tanto como la audición de este gran órgano, el examen a simple vista de su mecanismo interior, sorprendiendo la instantánea respuesta que dan los pitos a la suave pisada de las teclas, teniendo que recorrer el movimiento impulsivo distancias a veces de cerca de veinte metros con las numerosísimas articulaciones y juegos de palancas y contrapesos necesarios para la transmisión desde la consola central a los armarios laterales.
En la parte baja de estos están los fuelles, en los que ha puesto en práctica Mr. Gys curiosísimos detalles de su invención, llenándose cómodamente por un niño, sin correr riesgo de que puedan estallar, pues una válvula automática lo impide, ni que por distracción del entonador llegase a faltar el aire, merced a un ingenioso mecanismo que convierte uno de los fuelles en depósito permanente de viento comprimido.
Para dar idea a los lectores de los efectos de sonoridad que pueden obtenerse con este órgano, y porque la importancia de su construcción en Granada merece consignarse con todo detalle en los anales periodísticos de nuestra ciudad, vamos a consignar los nombres de los registros con su equivalencia aproximada a los más conocidos instrumentos de las orquestas usuales. Divídense los registros en tres clases, correspondiendo a la primera los de fondo o del gran órgano (primer teclado de mano y armario de la derecha), a la segunda los del órgano expresivo o recitativo (segundo teclado de mano y armario de la izquierda) y a la tercera los registros del teclado de los pies.
Los registros de fondo, como los de expresión, son a su vez de dos clases: flautados, equivalentes a instrumentos de cuerda por regla general, y de lengüetería, que corresponden a los instrumentos de viento y metal. Los flautados de la primera clase en el órgano de Mr. Gys, son: 1º Flautado mayor de 8, cuyo sonido semeja a la flauta y al violonchelo combinados; 2º Salicional, registro novísimo análogo al violoncello; 3º Violón 16, que suena como el contrabajo; 4º Violón de 8, igual al anterior, pero en octava alta; 5º Octava, que es el mismo que el primero, pero con ocho notas más altas; 6º Quincena, que es la octava superior al anterior; 7º Lleno, que hace sonar dos notas en la primera octava del primer teclado, tres en la segunda, cuatro en la tercera y cinco en la cuarta; 8º Corneta, parecido a los cornetines, sonando a un tiempo cinco pitos desde la tercera octava.
Los registros de fondo de lengüetería son: 1º Trompeta real, que suena como las trombas militares; 2º Trompeta magna, igual al anterior pero en octava baja; 3º Clarín, lo mismo que el primero, con ocho notas más altas; 4º Trompeta de batalla, y 5º Clarín, los dos correspondientes a la lengüetería exterior.
El órgano expresivo o recitativo, colocado en el armario izquierdo, tiene todos sus pitos encerrados en una caja formada por persianas que se cierran herméticamente o se abren a voluntad con el pedal de expresión, obteniéndose efectos de alejamiento y aproximación en la sonoridad del más bello resultado. Los registros flautados de esta clase son: el Violón de 8, la Voz celeste (viola y violoncello), la Flauta armónica (flauta de cristal, sui generis) y la Gamba (viola).
Los de lengüetería son: el Bajón oboe, que suena como bajón en la primera mitad del segundo teclado y como oboe en la segunda; la Trompeta angélica y la Voz humana, que son sonidos especiales de gran idealidad y expresión y la trompeta de batalla y el Clarín, como pitos exteriores, muy sonoros.
Tiene además los registros de adorno, como los pajaritos y los del teclado de pies que son los flautados de 8 y 16 y las lengüeterías de las bombardas.
Tal es la sucinta descripción técnica del órgano de la iglesia del Corazón de Jesús, que sin disputa puede considerarse como el mejor de Granada y uno de los mejores de España. A la amabilidad de su constructor Mr. Gys y a la pericia de los reputados organistas D. Álvaro Sans y D. Eduardo Orense, pudimos, días pasados, apreciar la magnitud de la obra realizada por el primero, cuyas dotes especiales debieran utilizarse en nuestra ciudad antes de su marcha de Granada, encomendándole la restauración de los órganos de las demás iglesias que como el de las Angustias, están necesitados de reforma.
A los dignísimos mayordomos de la veneranda imagen de nuestra divina patrona, trasmitimos esta indicación que oimos a personas respetables; teminando este desaliñado artículo con la más entusiasta felicitación a D. Aquiles Gys por su notabilísima obra que tanto le honra y a los RR.PP Jesuitas que se la han encargado para bien del arte y gloria de Dios”.
Se conservan cuatro informes de este órgano y la evolución de su situación, redactados por el organero Pedro Ghys Guillemin, en 1930, 1938, 1950 y 1953.
El primero de ellos da cuenta del concierto inagural: “Estos órganos fueron construidos por el constructor Don Achille Ghys Langie, natural de Gante (Bélgica), en la ciudad de Granada, en el año 1898 dieron comienzo las obras, siendo superior de esta residencia el M.R.P. Pascual Nieto y se inauguró el día cinco del marzo de 1899, a las tres de la tarde, con un gran concierto en el que actuaron de ejecutantes los Srs. Don Celestino Vila de Fons, Don Bernabé Ruiz Vela, primero y segundo maestro de capilla de esta S. I. catedral, Don Eduardo Orense Talavera y Don Mariano Lezaun, ambos organistas de la citada catedral, y don Álvaro Sanz, organista de los M.R.PP. jesuitas de la ciudad, todos estos srs. fueron nombrados y formaron la comisión para reconocer y examinar en todas y cada una de sus partes el citado instrumento que con todo esmero y diligencia realizaron, consignando y firmando el informe cuyo original se encuentra en el archivo de la citada iglesia”.