El sonido del agua en el pilar del Toro

El pilar del Toro o de los almizqueros es uno de los pilares granadinos más emblemáticos que se han conservado, aunque actualmente no se encuentra en su ubicación original. Fue construido por Diego de Siloe en una fecha incierta, entre 1550 y 1559, y se considera la última obra del que fue arquitecto de la catedral. Se encontraba en la calle Elvira, en la esquina con la calle Calderería. Este lugar era especialmente relevante porque en él se instalaba uno de los altares en los que la procesión del Corpus Christi hacía estación.

El pilar está construido en piedra de Sierra Elvira y en él destaca su frontis, donde una cabeza de toro, de cuyos orificios nasales salen dos caños de agua, ocupa su parte central, flanqueada por dos figuras masculinas sentadas en las esquinas del pilar, las cuales portan unos cántaros con sendos caños por los que igualmente se vierte el agua a la pila. En la parte central del frontón triangular superior se encuentra el escudo de la ciudad, rematado con una peana adornada con frutos.

En 1941, con ocasión de la remodelación de Plaza Nueva, fue trasladado al lugar en el que hoy se encuentra.