Representación del nacimiento de Cristo en Navidad (1562)

Como era habitual, en 1562, el cabildo hispalense organizó la representación teatral anual que tenía lugar en el coro de la catedral durante los Maitines de la fiesta de Navidad. La puesta en escena tuvo un notable impacto, ya que se volvió a representar en dos ocasiones más. La segunda, a petición de la duquesa de Béjar, se realizó en la iglesia del convento de Regina, según se da cuenta en la reunión capitular de 30 de diciembre de ese año:

“Este dicho día, siendo referido a los dichos señores cómo la ilustrísima duquesa de Béjar deseaba ver la fiesta que la noche de Navidad en esta Santa Iglesia se había hecho, dieron licencia para que la dicha fiesta se hiciese en la iglesia del monasterio de Regina y mandaron que para ella se dé lo necesario y que no se haga a costa de la Fábrica, y que los cantores y ministriles, no siendo menester en la iglesia, vayan a la dicha fiesta”.

El lugar elegido debió ser determinado por Teresa de Zúñiga, III marquesa de Béjar (1502-1565), que residía en su palacio de los marqueses de Ayamonte, título que también detentaba, el cual tenía comunicación directa a una tribuna en la iglesia del convento, desde donde pudo ver esta representación con toda comodidad.

En la reunión capitular citada, se da cuenta de una tercera representación, en este caso para el pueblo:

“Ítem, los dichos señores, por cuanto el pueblo estaba muy deseoso de ver la dicha fiesta, mandaron que el día de año nuevo, acabada la misa, se tornará a hacer en el coro y que, hecha allí, no se haga más ni se pueda hacer ni darse para ninguna parte fuera desta santa iglesia”.

La música incidental para esta representación, principalmente chanzonetas, debió ser compuesta por Francisco Guerrero.