Celebración cívico-religiosa por la victoria militar en el asedio de Thionville (1639)

El cronista Henríquez de Jorquera nos proporciona una noticia que nos conecta con las celebraciones cívico-religiosas que se hacían por los éxitos militares de la monarquía. En este caso concreto, ligada, en el contexto bélico de la guerra de los Treinta Años, con la victoria de las tropas españolas e imperiales el 7 de junio de 1639, capitaneadas por el conde Ottavio Piccolomini, sobre el ejercito francés al mando del marqués de Feuquieres que asediaba la ciudad de Thionville (Luxemburgo):

“En veinte y cinco días del mes de julio deste año de 1639, día de señor Santiago, se celebró en la Santa Iglesia desta ciudad de Granada una grandiosa fiesta por mandado de su majestad en hacimiento de gracias por la venida de la flota y por las felices victorias y felices sucesos de nuestra España y en particular por la gran victoria que alcanzó de los enemigos el conde Picolomini. Mandó ansimismo se hiciesen tres fiestas perpetuas en cada un año, la referida de Santiago y la de Nuestra Señora de la Asunción de nuestra Señora y su Nacimiento. La fiesta de este día se celebró con asistencia de los dos cabildos y predicó el doctor don Juan Holgar de Montenegro. Hízose a la tarde una procesión general con muchas danzas y una compañía de soldados bizarros, los cuales llevaron al señor Santiago a caballo. Fue la procesión al señor San Francisco. Hubo a la noche grandes fuegos y otro día que fue de Señora Santa Ana se lidiaron doce toros en la plaza de Bibarrambla”.

No sabemos qué imagen del apóstol Santiago procesionó ese día, pero con estas victorias y dotaciones puede relacionarse la monumental escultura de Santiago matamoros que preside el retablo de Santiago de la catedral de Granada. Fue encargada a Alonso de Mena en 1640 y en su peana lleva la inscripción: “Esta memoria de la gloriosa vitoria que con su patrocinio alcanzaron las armas del Rey Nuestro Señor”.