Órgano del convento de Santa Inés (1770)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
La inscripción del secreto del órgano del convento de Santa Inés nos permite saber que este instrumento se construyó en 1770 por Salvador Pabón y Valdés a instancias de la abadesa sor Leonor María Maza.
Palabras clave
órgano , arreglo de órgano , proyecto mujeres y redes musicales , Salvador Pabón y Valdés (organero) , Adolfo Montero Weiss (organero y constructor de pianos) , Leonor María Maza (monja)
El órgano se encuentra situado en el coro alto de la iglesia, actualmente cerrada. En el arca de viento del secreto, como es habitual, se conserva la inscripción con los nombres del organero que construyó el instrumento y la persona que lo encargó:
“En el nombre de Jesús y de su Santísima Madre concebida en gracia se construyó este órgano a solicitud de la M. R. M. Sor Leonor María Maza, abadesa de este convento de Santa Inés de Granada, año de 1770, por Don Salvador Pabón y Baldés”.
La caja se encuentra adosada a la pared lateral derecha del coro. Su fachada y costados presentan una decoración jaspeada en tonos anaranjado y gris azulado.
El teclado consta de 45 teclas, con octava corta. Tuvo siete contras de madera que actualmente no se encuentran en su posición original.
La disposición de los registros es la siguiente:
MANO IZQUIERDA |
MANO DERECHA |
Octava general |
Flautado de 13 |
Flautado violón |
Flautado violón |
Octava tapada |
Octava tapada |
Quincena |
Tapadillo |
Docena |
Quincena |
Diez y novena |
Ventidocena |
Lleno |
Lleno de 4 |
(Sin etiqueta) |
Nasardo |
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Corneta tolosana [3 h.] |
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(Sin etiqueta) |
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Pajarillos |
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Trémolo |
En la década de 1880-90 el instrumento tuvo una intervención del organero Adolfo Montero Weiss.
La tubería se encontraba en muy malas condiciones cuando Inmaculada Ferro Ríos realizó la ficha catalográfica a finales del siglo XX. La mayor parte de los tubos, doblados y retorcidos, estaban en el suelo del órgano quedando en los panderetes solo algunos de ellos que se hallaban en el mismo estado. Desconocemos el expolio y deterioro suplementario que haya podido sufrir el órgano en estos últimos años de abandono.