Exequias de Carlos III celebradas por la Real Academia de Medicina y demás ciencias de Sevilla (1789)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Resumen

El 13 y 14 de febrero de 1789, la Real Sociedad de Medicina y otras ciencias de Sevilla celebró, con todo boato, túmulo funerario y el acompañamiento de la capilla de música de la catedral, las exequias de Carlos III en el convento de Nuestra Señora de las Mercedes.

Palabras clave

exequias , maitines de difuntos (= vigilia) , misa de réquiem , sermón , Real Academia de Medicina y otras ciencias de Sevilla , capilla musical de la catedral , clérigos de la veintena (veintenero) , capellanes , nobleza , cabildo de la catedral , Orden de los mercedarios calzados


A la muerte de Carlos III, siguieron toda una serie de ceremonias fúnebres que no solo organizaron las catedrales sino también muchas de las sociedades auspiciadas por la monarquía a lo largo de toda la geografía hispana, entre ellas la Real Sociedad de Medicina y demás ciencias de Sevilla. Esta institución fue la primera de este tipo fundada en España, la cual el 25 de mayo de 1700 recibe de Carlos II la aprobación de sus constituciones y el 1 de octubre de 1701 la primera cédula real concedida por Felipe V por la que pasaban a denominarse Regia Sociedad de Medicina y demás ciencias de Sevilla. El Rey Carlos III, en 1760, introduce en el escudo de la institución, en un medallón en el campo inferior, el cuartelado del escudo de armas de la casa de Borbón y en 1784 les da unas nuevas ordenanzas.

El boato de las exequias celebradas por la Real Sociedad de Medicina de Sevilla a la muerte del rey Carlos III fue tal que la noticia aparece recogida en la Gazeta de Madrid del martes, 14 de julio de 1789 (p. 483):

“Sevilla 3 de junio. En la Real Sociedad de Medicina y otras ciencias celebró en los días 13 y 14 de febrero solemnes honras por su protector y monarca el Sr. D. Carlos III, en el convento de Nuestra Señora de la Merced concurriendo el Ilmo. Prelado y el Asistente Don Joseph de Ávalos, juez conservador de la misma sociedad, quien convidó a toda la nobleza, tribunales y estado militar. Sirvió la función la música de la Santa Iglesia Patriarcal. Estaba el suntuoso túmulo hermosamente iluminado y con muchas estatuas e inscripciones. Celebró la misa el arcediano de Sevilla y dijo la oración fúnebre el M. R. P. Maestro Manuel Gil, de clérigos menores”.

El periodista e historiador Justino Matute y Gaviria da cuenta igualmente de este hecho:

“La Real Sociedad de Medicina y otras ciencias creyó ser de su primera obligación encomendar a Dios a un Rey a quien tanta honra y protección había debido y ensalzar su memoria con obsequios funerales. Para estos señaló los días 13 y 14 de febrero, habiendo erigido una pira sepulcral o mausoleo en la iglesia del convento casa grande de Nuestra Señora de la Merced, redención de cautivos, cuyo costo ascendió a 10.000 reales, con la fortuna de no haber sido tan criticado como el de la ciudad. El asistente, como juez conservador de dicho cuerpo, hizo el convite, quien concurrió a todos los actos y así el mismo arzobispo, socio de erudición, al que se colocó con debido reclinatorio en el presbiterio. La tarde del 13 cantó la vigilia la música de la catedral y al día siguiente la misa que celebró el licenciado D. Jacinto Reinoso, arcediano de Sevilla, a quien acompañaron los prebendados Dr. D. Miguel Panduro y Dr. D. Miguel de Vargas, todos tres socios de erudición. También  lo era el padre Manuel Gil, de los clérigos menores, que predicó el sermón, el cual imprimió con la descripción de estas exequias”.

El impreso citado por Matute y Gaviria nos da otros detalles sobre la organización, desarrollo de este evento y, especialmente, del túmulo fabricado para la ocasión, incluyendo también el sermón que predicó el padre Manuel Gil. Se invitó al acto, como era habitual, “a los tribunales, nobleza y estado militar”. Los miembros de la Sociedad de Medicina salieron a las cuatro de la tarde de su residencia, próxima al convento de la Merced, desplazándose en carruajes previstos para la ocasión, siendo recibidos por la comunidad conventual. El monumental catafalco (véase recurso) se instaló en el crucero de la iglesia del convento. En el documento se proporciona una minuciosa descripción del mismo, en la que se indican la coloración de algunos de sus elementos, la disposición de las velas que lo iluminaban y el texto de las cartelas que lo adornaban. La altura de las cuatro grandes pilastras que formaban la especie de “capilla o camarín” era de 24 pies.  El segundo cuerpo estaba compuesto de cuatro piezas, la primera de 8 pies, la segunda de 7, la tercera de 3 y el remate, con forma piramidal, tenía 19 pies, lo que concedía al túmulo una altura total de 61 pies. El pie castellano, conocido como pie de Burgos, medía 0,2786 metros, por lo el túmulo se alzaba 17 metros sobre el nivel de la solería de la iglesia.

En la nave principal, próximos al túmulo y en una situación privilegiada, se sentaron los miembros de la Real Sociedad de Medicina. La iglesia estaba a rebosar. El padre Manuel Gil nos da algún detalle más de la música que se interpretó:

“Cantose aquella tarde por la capilla de la catedral una solemnísima vigilia y responso, alternando los beneficiados de la veintena y capellanes de coro, lo cual duraría como tres horas”.

Al día siguiente, volvieron todos a juntarse para asistir a la misa:

“Guardándose en todo el mismo orden que el día anterior. La solemnidad y aparato fue como en la vigilia, asistiendo también los señores arzobispo y asistente, con igual concurrencia de nobleza y pueblo que siempre conservó la devoción que desde el principio había mostrado”.

Como recurso musical hemos incorporado el Taedet animam meam de Antonio Ripa que era el maestro de la capilla musical de la catedral cuando se celebró este evento. El texto corresponde a la lección 2ª del primer nocturno de los Maitines del Oficio de difuntos y pudo ser con bastante probabilidad una de las obras interpretadas con motivo de estas honras fúnebres.

Fuente:

Gazeta de Madrid del martes, 14 de julio de 1789 (p. 483).

Gil, Manuel, Relación de las solemnes exequias hechas al Rey N.S.D. Carlos III por la Real Sociedad de Medicina y demás Ciencias de Sevilla. Con el sermón predicado en ellas. Madrid: oficina de Benito Cano, 1789.

Matute y Gaviria, Justino. Anales eclesiásticos y seculares de la muy noble y muy leal ciudad de Sevilla, vol III. Sevilla: Imp. De E. Rasco, 1887, 90-91.

Bibliografía:

Creado: 07 Nov 2017
Modificado: 26 Feb 2023
Referenciar: Ruiz Jiménez, Juan. "Exequias de Carlos III celebradas por la Real Academia de Medicina y demás ciencias de Sevilla (1789)", Paisajes sonoros históricos, 2017. e-ISSN: 2603-686X. https://www.historicalsoundscapes.com/evento/729/sevilla.
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Recursos

Túmulo del Rey Carlos III para el convento de Nuestra Señora de las Mercedes (Sevilla, 1789)

Enlace externo

Iglesia del convento de Nuestra Señora de las Mercedes. Fotografía de Daniel Villafruela

Escudo de la Real Sociedad de Medicina y otras ciencias de Sevilla (1737)

Taedet animam meam. Lectio II ad matutinum, Officium Defunctorum. Antonio Ripa