Dotación de once salves (1659)

El 7 de enero de 1659, Jerónimo Triviño, canónigo de la colegiata del Salvador, dotó once “salves a la Madre de Dios”, a las que asistía la capilla de música. Los términos de la dotación, recogidos en las actas capitulares, son:

“Que dotaba para cada señor de los que asistieren a dicha salve que se había de decir acabadas completas de el día un real de asistencia y al señor abad dos y para los ministros, es a saber, el cura, dos capellanes, el sacristán, el sochantre, organista, pertiguero, a cada uno, medio real y otro medio para los acólitos que asistieren que en todo son cuatro reales y doce reales para la capilla de músicos de esta iglesia, con calidad que si vinieren seis o más se les dé dichos doce reales y si menos por cada uno de los que faltare de seis se les bajen dos reales y lo que les tocare reparta la dicha capilla a su voluntad”.

En uno de los libros, se copia este acuerdo, con una ligera modificación en su conclusión: “y que las faltas y multas así de dichos señores como de los demás ministros y músicos se partan entre los presentes e interesentes según las costumbre de dicha iglesia que es su voluntad...”.

Ordenadas cronológicamente, las once salves se correspondían con las siguientes festividades marianas:

1. Purificación

2. Anunciación

3. Visitación

4. Asunción

5. Natividad de la Virgen

6. Dulce Nombre de María

7. Patrocinio

8. Presentación

9. Desposorios

10. Concepción

11. Expectación

La celebración de estas salves se prolongó al menos hasta finales del siglo XVIII.