Actividad cultual en el hospital de la Misericordia

La hermandad que haría realidad el hospital de la Misericordia fue fundada en 1476. Se reunían en unas casas de la collación de Santa Marina, hasta que, en 1482, Ana Fernández donaba al padre Antón García Chapinero una “casa palacio, fuente y noria”, ubicada en la misma collación, para que les sirviera de sede. La hermandad realizaba numerosas obras de beneficencia, entre las que destacaba la dotación de doncellas huérfanas pobres para que pudieran casarse, dote que se entregaba el Viernes Santo tras haberse expuesto los ajuares el Jueves Santo en la catedral. Igualmente, repartía ropa a ciento cincuenta pobres el día de Todos los Santos y a cien niños el día de los Inocentes, la cual se exponía públicamente esos días en los corredores del patio del hospital. A finales del siglo XVII, el hospital repartía entre los necesitados unas rentas que ascendían a los 70.000 ducados anuales.

En 1564, se produce una remodelación de las casas en las que residía la hermandad, trasformándolas en una de mayor tamaño ordenada en torno a dos patios. En el primero de ellos estaba la capilla, de una sola nave, que ocupaba el espacio detrás del actual altar mayor, en la que ya se veneraba a la Virgen de la Misericordia y a Santa Bárbara, así como algunos altares dispuestos en las galerías. La iglesia primitiva debía contar con un órgano que debió repararse con motivo del traslado a la nueva iglesia, como se deduce del siguiente libramiento en las cuentas de 1605:

“1.496 maravedís a Diego López, organista, por el adereço del órgano, dio carta de pago en 19 de diciembre de 605” (p. 92).

Debe tratarse de Diego López Montero que en esas fechas ejercía el cargo de organero afinador de los órganos de la catedral.

Tras la reducción hospitalaria de 1587, decretada por el cardenal Rodrigo de Castro, la hermandad compró los solares de los hospitales de los Ángeles y de la Concepción y Sangre de Cristo que lindaban con las casas que tenían; sobre el de la Concepción se edificaría la nueva iglesia a partir de 1595. La obra fue ejecutada por el arquitecto Asensio de Maeda, con una colaboración posterior de Alonso de Vandelvira. La consagración del nuevo templo tuvo lugar la festividad de Todos los Santos del año 1606, acto al que se invitó al cardenal don Fernando Niño de Guevara y que probablemente fuera solemnizado con la presencia de la capilla de música de la catedral.

Alonso Morgado nos proporciona la información de la importante actividad cultual que tenía la iglesia de este hospital en el siglo XVI, producto de las dotaciones que acumulaba:

“Así como tienen también treinta capellanías, de las cuales las diez o doce se cantan en su capilla, sin los doscientos ducados que tiene para fiestas y remembranzas de todos los años que se cumplen en él y por las iglesias y monasterios de Sevilla; que con estas capellanías y las memorias de su misma capilla y junto con esto procurando siempre su cofradía solemnizarlas con toda música de voces y ministriles y sermones de los más famosos predicadores desta ciudad, no se yo si osase afirmar poder competir este insigne hospital de la Misericordia de Sevilla con la autoridad de algunas iglesia catedrales de España”.

Esta institución estuvo activa hasta 1836, cuando pasó a depender de la Junta Municipal de Beneficencia.