Primer órgano para la iglesia de San Cecilio de Granada (1767-1768)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
El primer órgano documentado de la iglesia de San Cecilio en Granada se construyó en 1768, por lo que se trata de la incorporación más tardía que conocemos en las parroquias de esta ciudad. Fue costeado por el arzobispado (1.100 reales) y por las limosnas de los feligreses de la parroquia (3.800 maravedís) que probablemente sintieran un agravio comparativo el que la iglesia de San Cecilio fuera la única del entorno en la que los servicios religiosos no se celebraban con la solemnización musical del órgano. Durante los primeros años estuvo a cargo de distintos organistas de la familia Saquero.
Palabras clave
órgano , Juan Saquero (organista, acólito) , Mateo Saquero (organista, sacristán) , Francisco Saquero (organista, acólito)
En un memorial de Félix Martínez, beneficiado de la iglesia de San Cecilio, dirigido a la Contaduría de iglesias del arzobispado de Granada, se da cuenta de los pormenores de la introducción del órgano en esta parroquial. En él, dice:
“Estar concluido perfectamente y con aptitud para su debido uso el órgano que por decreto de V.S.I. y con libramiento que se sirvió hacer de cien ducados se ha fabricado, coadiuvando hasta la cantidad de 4.900 reales que ha sido todo su costo las limosnas de los ministros y feligreses de aquella iglesia. Y siendo necesaria para solicitar persona diestra que lo toque la consignación de algún competente salario recurre el suplicante a la experimentada piedad de V.S.I., a quién pide rendidamente se sirva mandar consignar a un organista de dicha iglesia el salario que es de costumbre en las otras de esta ciudad sobre las masa de sus fábricas. Así lo espera de la justificación de V.S.I...”
El informe de la Contaduría lleva fecha de 28 de marzo de 1768:
“En cumplimiento de lo que se me manda por V.S.I en el decreto antecedente, debo informar que es cierto que se ayudó por las fábricas unidas para la construcción del órgano de la iglesia de San Cecilio con la cantidad de 1.100 reales de vellón. Estando concluido como está perfectamente se hace preciso poner organista diestro que con su manejo no lo eche a perder y aunque esta hacienda es tan pobre que no alcanzan sus rentas al gasto anual, se le podrá consignar el salario de doce ducados, como se ha ejecutado con los de San Cristóbal y San Luis, o lo que sea del agrado de V.S.I.”
Baltasar Fermín de Subirá (rúbrica).
El dictamen de adjudicación de salario al organista de San Cecilio lleva fecha de 16 de abril de 1768.
“En vista de lo que informan la contaduría de iglesias y el tesorero desta masa, consígnase de sueldo al organista desta iglesia quince ducados de vellón por cada un año, pagados por tercios como es estilo”.
El informe y el resto de la documentación consultada no dice quién fue el que hizo este instrumento. En esta fecha, se encontraban en activo en Granada los organeros Sebastián Pabón y Valdés y el agustino descalzo fray Pedro del Sacramento, uno de los cuales pudo ser el responsable de su construcción. Debía responder al modelo de órganos coetáneos que encontramos en las iglesias de Santa Ana y de San Pedro y San Pablo.
Los libramientos de los salarios de los oficiales de las distintas parroquias nos proporcionan el nombre del primer organista que se hizo cargo de este instrumento. Se llamaba Juan Saquero y percibió la parte que le correspondía de su remuneración desde el 16 de abril de 1768. También cobraba salario como acólito de la parroquia, por lo que debía ser joven (el otro acólito de la iglesia era Antonio Saquero, posiblemente su hermano). Es muy probable que ambos fueran hijos del sacristán de la parroquia, Mateo Saquero. Al año siguiente, en 1769, es el propio Mateo Saquero el que cobra el salario de sacristán (5.610 maravedís) y de organista (7.000 maravedís). En 1770, será Francisco Saquero, suponemos que también miembro de la misma saga familia, el que perciba la remuneración por acólito y organista. En 1668, Francisco Saquero había sido sacristán y organista en la iglesia de San Miguel.
En este evento podemos constatar la que, por el momento, es la incorporación más tardía de un órgano en las parroquias de la ciudad. Fue construido con la ayuda económica de los ministros y feligresía de esta iglesia que debían considerar un agravio comparativo el que la iglesia de San Cecilio fuera la única del entorno en la que los servicios religiosos no se celebraban con la solemnización musical del órgano. Por otro lado, parece que nos encontramos con una dinastía de organistas, los Saquero, que monopolizan el cargo de organista en ella durante estos primeros años. No hemos podido constatar si este instrumento se encontraba en la iglesia cuando fue devastada por el incendio acaecido el 22 de diciembre de 1969 o si se había consumido con anterioridad.