Pregón para reclutar a la tripulación de la expedición de Fernando de Magallanes (1518)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Resumen

Los pregones para reclutar a la tripulación de la expedición de Fernando de Magallanes se repitieron en Sevilla, Cádiz, Málaga y otros lugares marineros de la región. A estos se debió sumar el efecto llamada que debió propagarse por diversos lugares de Europa en el que los propios marineros pudieron desempeñar un importante papel y que contribuyó a conformar un heterogéneo y plurilingüe equipo humano.

Palabras clave

pregón , pregonero


Los pregones para reunir a la marinería de las primeras expediciones al Nuevo Mundo y después para la flota de Indias debían ser habituales en las zonas portuarias del Arenal y Triana y en las principales plazas y calles de Sevilla. En el pregón se concretaban las condiciones y salarios ofrecidos a aquellos que decidieran aventurarse en estas empresas.

El reclutamiento de la tripulación para emprender la expedición al Maluco que se convertiría en la primera vuelta al mundo no estuvo exenta de tensiones y limitaciones por parte de Carlos V y sus representantes en la casa de la Contratación en Sevilla. Los conflictos de intereses que existían entre las coronas española y portuguesa fue uno de los motivos para que se limitara el número de portugueses en la expedición, ordenando el monarca “no vayan ningunos hombres de mar portugueses”. En un requerimiento de Fernando de Magallanes que pasó ante el notario Bernal González de Vallecillo, el navegante da cuenta de lo expuesto en una reunión que tuvo lugar en la casa de la Contratación, en 1519, con los oficiales de la misma, el doctor Sancho de Matienzo, canónigo de la catedral, y Juan López Recalde. Al referirse a los portugueses que ya se habían admitido, Magallanes expone:

“Que los maestres de las dichas naos los tomaron e se los presentaron por ser suficientes cada uno en su cargo, y él los recibió como hizo a otros muchos extranjeros destos reinos, conviene a saber: venecianos y griegos, e bretones, e franceses, e alemanes, e ginoveses, porque al tiempo que los tomó no se fallaba gente para la dicha armada naturales destos reinos, habiendo fecho pregonar en Málaga y en Cádiz y en todo el condado, y en esta ciudad el sueldo que su alteza les manda dar...

Magallanes los recibió y los asentó en “los libros de sueldos” porque se le había encargado la selección de la tripulación. Por otro lado, dice que si los oficiales de la casa de la Contratación le presentaban “otros de quel sea contento, que sean naturales destos reinos e señoríos quel los recibirá”. Se limitaba a cinco el número de “sobresalientes” (combate) portugueses a los cuales Magallanes no está dispuesto a renunciar, ya que serían los que garantizarían su propia seguridad. Los oficiales de la casa de la Contratación respondieron que se plegarían a que fuera uno de los dos despenseros portugueses contratados y en cuanto a los grumetes de esta nacionalidad que ya se habían tomado y asentado:

“Porque no hallaban otra gente para la armada... les paresce que no deben ir... y que luego se deben de despedir y que ellos están prestos y aparejados a dar otros en su lugar que sean naturales de estos reinos a contento de los maestres de las naos y expertos en su arte de navegar y que el dicho capitán Magallanes lo dice muy bien en aquello y que así lo hará”.

En una misiva del monarca, fechada el 26 de julio, en relación al asunto de los portugueses, se reitera esta cuestión:

“Asimismo he sabido que en la dicha armada estaban tomados diez e seis i diez e siete portugueses, que son todos grumetes, y que al tiempo que se tomaron fue con necesidad que había de gente y que ahora hallan hartos grumetes e gente, yo vos mando que hagáis que se tomen otros grumetes y que estos no vayan en esta armada...”

Los libros de sueldos y el libro copiador de la armada de Fernando de Magallanes confirman estas sustituciones y nos proporcionan con todo detalle la filiación de cada uno de los integrantes de la expedición. Lo que más sorprende e impresiona es lo cosmopolita que era la tripulación, con lo que ello conllevaba de diversidad en idiomas y costumbres. Cabe preguntarse sobre los eficaces mecanismos de difusión de la gestación de esta empresa que propiciaron el que llegara a lugares tan variados y lejanos y el efecto llamada que de hecho tuvo para que confluyeran finalmente en Sevilla todos aquellos que acudieron para enrolarse en sus navíos, en el cual los propios marineros debieron jugar un importante papel. El número de vecinos contratados de Sevilla y Huelva, al que podemos sumar el de otros lugares marineros de la costa de Cádiz y Huelva, es el más numeroso, pero su proporción con respecto al total no es tan destacada como cabría suponerse por el hecho de su proximidad. Junto a ellos, encontramos, de una parte, un buen número de gallegos, asturianos, vascos y de otros lugares de la corona de Castilla, al que podemos añadir, en un número mucho más reducido, algunos navarros y aragoneses. Con respecto a otras “naciones”, destacan los genoveses, agregándose italianos de otros lugares: venecianos, sicilianos, napolitanos, etc. Encontramos, además, portugueses, griegos, flamencos, alemanes, bretones, normandos y de otras regiones de Francia, así como un lombardero inglés, Maestre Andrés, de Bristol, que debía estar avecindado en Sevilla, ya que su mujer, Ana de Estrada, era vecina de esta ciudad. Todo ello convirtió a la expedición en una pequeña Babel que debió generar no pocos grupos y conflictos durante el largo periplo y las muchas dificultades a las que se tuvieron que enfrentar.

Recursos

Recreación de la ciudad de Sevilla en 1519 (2). Arturo Redondo

Enlace externo

Libro copiador: Armada de Fernando de Magallanes, fol. 50v.

Términos de búsqueda
Localización/es:
Fecha: 1-1-1518 / 9-8-1519
Periodicidad: esporádica
Tipo de evento:
Agente/s: