Carta dotacional pía de Alonso de Sevilla en la iglesia de San Martín de Sevilla(1495)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
La carta dotacional de Alonso de Sevilla, establecida en 1495 en la hispalense iglesia de San Martín, nos permite conocer su enterramiento en la capilla de San Sebastián y la existencia de un órgano para la solemnización de la liturgia en esa institucion sacra.
Palabras clave
capellanía de misas cantadas , fiesta de la Encarnación (= Anunciación) , misa , vísperas , responso , sermón , tañer órgano , tañido de campanas , maitines de difuntos (= vigilia) , misa de réquiem , Alonso de Sevilla , Antón Martínez (capellán) , cura , organista , campanero , predicador
El 24 de enero de 1495, Alonso de Sevilla efectuaba la escritura pública de su carta dotacional pía ante el notario apostólico Diego Sánchez de la Parra. Alonso de Sevilla poseía la capilla de San Sebastián para su enterramiento en la iglesia de San Martín. En esta dotación establece:
* Una capellanía de 25 misas cantadas cada mes en su capilla de San Sebastián. Como obligación suplementaria para los capellanes que la sirvieran, explicita que: “residan en el coro de la dicha iglesia todos los domingos y fiestas de todo el año con hábito clerical a las horas canónicas”. Esta era una práctica habitual tanto en instituciones eclesiásticas más modestas como en la catedral, la cual suponía un refuerzo para el canto gregoriano en las horas del Oficio Divino de los domingos y principales festividades anuales.
* El primer capellán que la serviría sería Antón Martínez, el cual estaba obligado toda su vida: “de hacer en la dicha iglesia, dentro de su capilla, una fiesta de la Encarnación de Nuestro Redemptor Jesucristo, en cada un año, diciendo sus Vísperas solemnes con dos cantores y capas blancas y cetros, y con los capellanes de la dicha iglesia estuvieren y salgan con responso a la dicha capilla con su cruz y toque de campanas y agua bendita. Y otro día siguiente, se diga una misa solemne de la dicha fiesta con ministros, órganos y sermón e cantores y con responso, como dicho es”.
Para ello dejaba la siguiente renta anual:
- Para la dotación de la capilla... 800 maravedís.
- Para las reparaciones de la capilla, vestuarios, ornamentos, cera, vino y hostias... 1.000 maravedís.
- Para la fiesta de la Encarnación.... 1.800 maravedís.
- Por una “remembranza” con vigilia y misa de réquiem... 200 maravedís.
- Para el capellán que
debía servir la capellanía... 8.000 maravedís.
Esta dotación nos aporta la referencia más temprana que permite confirmar la presencia ya establecida de un órgano y del cargo de organista asociado al mismo en la iglesia de San Martín en 1495.