Actividad cultual en la ermita de San José de Sevilla

La capilla de San José estaba vinculada al gremio de los carpinteros de lo blanco de Sevilla y su actividad cultual bajo la tutela de la colegiata del Salvador, en cuya collación se encontraba. En el auto capitular de la colegiata del Salvador de Sevilla, fechado el 19 de marzo de 1703, se da cuenta del acuerdo que tenía la ermita de San José (= capilla de San José) con la capilla de música de la colegiata para servir en todas las funciones religiosas importantes. La capilla de música se queja al cabildo de que su sacristán mayor permitía que actuaran en San José otros músicos que no eran miembros de la misma. El cabildo, informado de los hechos, pone de manifiesto que los hermanos de la cofradía de San José, del citado gremio de carpinteros, no tenía recursos suficientes para que la capilla cantara en todas sus funciones, por lo que unos devotos iban a cantar con instrumentos, a lo que llamaban “entretenimiento”, excepto en la misa y la fiesta principal a la que acudía la capilla musical del Salvador.

Sabemos que esta cofradía celebraba, además de la festividad de su santo patrón, San José (19 de marzo), “un suntuoso y magnífico septenario con crecido gasto y dispendio” que precedía a esa festividad, a los que hay que sumar las funciones en las fiestas de los Desposorios de la Virgen y San José (23 de enero) y del Patrocinio de San José (Dominica tercera después de la Pascua de Resurrección), así como en otras de menor significación y concurrencia de fieles.

En esta fecha, 1703, la primitiva capilla, consagrada el 19 de marzo de 1691, estaba siendo objeto de una importante remodelación que no terminaría hasta 1717, en la que se construyó su actual nave con la portada lateral y se decoró con los dos retablos de los Desposorios y de Santa Ana provistos de columnas salomónicas.