Compra de un clave para la catedral de Almería (1768)

En diciembre de 1767, el maestro de capilla de la catedral de Almería, Antonio Ladrón de Guevara, escribe un memorial al cabildo de esta catedral exponiendo el interés de la compra de un clave para el acompañamiento de la capilla de música. Para ello, se presentaba la ocasión de la venta en la ciudad de un instrumento que era de una monja del convento de la Concepción. Esta noticia da cuenta, simultáneamente, de la presencia en ese cenobio franciscano de al menos una religiosa con formación musical que podría ser la encargada de tañer el órgano. El cabildo aceptó la propuesta con la condición de que no supusiera la supresión del arpa: “mediante su origen tan noble y de tanta utilidad y que siempre se ha usado en esta iglesia”. En enero, Claudio Sanz Torres y Ruiz Castañedo, obispo de Almería, daba el visto bueno para la adquisición de ese clave y autorizaba el pago de los 30 pesos (8.160 maravedís) en los que se había concertado su compra. Se tomo la determinación de que el instrumento quedase bajo la custodia de Ladrón de Guevara en su propia casa, pero con la advertencia expresa de que no debía usarlo. En distintas instituciones sacras, este instrumento sustituyó al arpa preferentemente en las funciones litúrgicas de la Semana Santa en las que no podía tocarse el órgano.