Villancicos de Navidad (1723)

De las numerosas festividades en las que se cantaban villancicos en la colegiata del Salvador, solo se han conservado textos impresos de los villancicos de Navidad. Los más tempranos que hemos podido localizar son de 1723 y fueron puestos en música por su maestro de capilla Antonio Navarro. El primero de ellos es muy particular, ya que lleva anotaciones marginales referentes a la procedencia de las alusiones textuales. Contienen ya cantadas con frecuentes elementos italianos y procedentes del universo teatral: arias, recitativos, minuet, etc. El octavo y último villancico incluye los nombres propios de Juan de la Encina y Juan Hidalgo, en contextos jocosos, posiblemente de manera muy intencionada, ya que ambos practicaron este género, y termina: “A Dios que me voy / a oír los villancicos, / a San Salvador”.