Antón López, maestro de hacer campanas en Sevilla (1408-1435)

Entre 1408 y 1409, el campanero Antón López colaboró con el maestre Jácome Rendeler (= Jacomin de Francaforte), “gombardero”, en la fabricación de dos lombardas y doce truenos. Trabajaron juntos durante 471 días, cobrando Antón López por su trabajo como artillero 7.065 maravedís, a razón de 15 maravedís al día. Sabemos que residía en Sevilla, ya que el maestre Jácome vivía en las casas de Johan López, padre de Antón López, al no habérsele proporcionado ningún otro alojamiento. Estas casas sufrieron considerables daños, debido a que se tuvo que derribar parte de ellas al no haber espacio suficiente para hacer las lombardas. La corona ordenó que se pagase la reparación de las casas y el alquiler por el tiempo que Rendeler había vivido allí. Johan López recibió 1.100 maravedís, a razón de 600 maravedís al año, en razón de ese alquiler, desde el 1 de enero de 1408 hasta fin de octubre de 1409. Asimismo, se pagaron a Sancho Ortiz 2.000 maravedís para efectuar las reparaciones pertinentes en las viviendas afectadas.

No es raro que encontremos campaneros que compaginan esta actividad con la de artillero o que efectúen otros trabajos de fundición en los siglos XV y XVI en la propia ciudad de Sevilla, siendo la figura más destacada la de Bartolomé Morel.

Se han conservado varias noticias y campanas de Antón López:

* Fundió en 1411 una de las campanas de la iglesia de Santa Bárbara de Écija, la cual sirvió al reloj que, en 1851, estaba “descompuesto”. Según Juan María Garay Conde:

“Acostumbraba a tocarse cuando eran ajusticiados en la plaza los criminales sentenciados a muerte... tiene bajos relieves figurando castillos, leones, soles y el blasón que usan nuestros Reyes”.

Actualmente se encuentra en el museo parroquial de la iglesia de Santa María de esta ciudad. Tiene aproximadamente un diámetro de 80 centímetros y un peso de 296 kilos.

* En 1426, siendo mayordomo fray Pero Suárez, fundió la campana que, c. 1899, todavía servía al reloj de la iglesia de Santa María de Carmona, según la noticia proporcionada por Juan Fernández López a José Gestoso. Actualmente las nueve campanas del campanario de esta iglesia están siendo objeto de estudio y restauración por las empresas Sateg y Campanas Rosas. Desconocemos si entre ellas todavía se conserva la de Antón López.

* En 1435, se abona a Antón López “que fase la campana para la torre del aseite por faser la forma de la campana que se quebró la qual tenía fecha, 1920 mrs. que son para en su cuenta de lo que a de auer”. La torre del Aceite era el segundo campanario de la antigua catedral mudéjar y se encontraba ubicada al final de la calle de las Gradas, próxima al ángulo suroeste de la Catedral, integrada en el lienzo de la muralla almohade del alcázar interior que unía ese edificio con el Colegio de San Miguel y que tenía un arquillo del mismo nombre (véase recurso).

* Sin fecha, Gestoso nos dice que el nombre de Antón López:

“Encuéntrase... en la campana Santa Lucía, una de las de la Giralda, en bellos caracteres monacales floreados de resalto”. Esta campana se refundió en 1914 por Antonio Márquez, copiando el modelo de Antón López e incorporando elementos ornamentales y epigráficos de ella, entre otros, la que pudo ser su marca de fundición (véase recurso).

Estos datos nos permiten confirmar la presencia del taller de fundición de Antón López en Sevilla al menos entre 1408 y 1435.