Honras de Francisco de la Torre en la catedral de Sevilla (1507)
Ruiz Jiménez,
Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988
Resumen
La epidemia de peste que asoló Sevilla en 1507 acabó con la vida del compositor Francisco de la Torre. Sus honras fúnebres se celebraron en la catedral de Sevilla en marzo de ese mismo año con la ceremonia propia de los prebendados de esa institución.
Palabras clave
exequias , maitines de difuntos (= vigilia) , misa de réquiem , Francisco de la Torre (compositor, maestro de los mozos de coro, cantor, racionero) , clérigos de la veintena (veintenero) , campanero
La epidemia de peste que llegó a Sevilla en 1507 fue la causa probable de la muerte del racionero, cantor y compositor de la catedral de Sevilla Francisco de la Torre a finales de febrero de ese año.
En la reunión capitular de 8 de marzo de 1507, el chantre Juan de Tavera da cuenta de la vacante de su prebenda:
“Como ya sabían sus mercedes como era vaca una raçión en esta Santa Iglesia por fin e muerte de Francisco de la Torre...”
La primera parte del libro de Mayordomía de 1507 se encuentra bastante afectado por la humedad por lo que algunos de sus registros son ilegibles. Se han conservado dos libramientos para la celebración de las honras de Francisco de la Torre. El primero de 1732 maravedís solo puede leerse parcialmente. El segundo libramiento nos proporciona más información:
[Al margen: Honras de Francisco de la Torre] Íten, di para la honras de Francisco de la Torre, racionero que aya gloria, dos mil e ochocientos y setenta e cuatro maravedís, los cuales se le dieron a los clérigos de la veintena e beneficiados de la universidad e curas de la capilla de San Clemente e sacristanes del altar mayor, el campanero e porteros e perrero”.
La presencia de la polifonía en esta honras queda a la especulación, tanto en la vigilia como en la misa, ya que nada se explicita sobre los cantores. En cualquier caso, en esta fecha, con frecuencia algunos clérigos de la veintena desempeñan también el oficio de cantor, por lo que serían más que suficientes como para interpretar, al menos, el responso Ne recorderis, compuesto Francisco de la Torre, a modo de póstumo homenaje.