La procesión de recibimiento de la bula de Cruzada era la primera de las procesiones generales que se celebraban en Sevilla cada año. Se pregonaba el día anterior con trompetas, atabales y ministriles. La procesión partía del convento de San Francisco, Casa Grande, para dirigirse a la catedral, en la que se predicaba el sermón de la cruzada. En ella se interpretaban canciones e himnos propios del tiempo litúrgico en que tenía lugar.