Music chapel of the parish of El Barco de Ávila in the 17th century
Abstract
Various mandates of the diocesan visitor and the payments to the musicians account for the activity of the musis chapel of the parish of Nuestra Señora de la Asunción in El Barco de Ávila. It was made up of a chapelmaster, an organist and several instrumentalists, plus the choirs and some singer.
Keywords
teaching , baptism , weddings , rehearsals , music chapel , wind players , harpist , dulcian player , sackbut player , shawn player , choirboys , Alonso de Aguilar (sackbut player) , Francisco Álvarez (harpist) , Antonio de Becedas (soprano) , Juan de Bonilla (wind player) , Juan de Málaga (wind player, chapel master) , Alonso Gascón (organist) , Jacinto Gascón (soprano) , José Gascón (organist) , Pedro de Guerra (chapel master) , Francisco López Hernández , Pedro de Madrigal (minstrel, dulcian player, sackbut player, shawn player) , Francisco Martín (soprano) , Francisco Martínez de León (minstrel, dulcian player, shawm player) , Domingo Martínez (chapel master, singer, wind player) , Martínez (sackbut player) , Domingo Montañés (soprano) , Francisco Muñoz (dulcian player) , Antonio Pallarés (chapel master, alto, shawm player) , Francisco de Pedraza (chapel master) , Juan del Río (alto) , Francisco Rodríguez (wind player) , Juan Rodríguez (wind player, sackbut player) , Francisco Romano (sackbut player) , Juan Sánchez (singer) , Antonio Sedeño (sackbut player) , Bartolomé Serrano (chapel master) , Luis de Silva (chapel master) , castrato
El escribano del rey y público del número de la ciudad de Sevilla escribía hacia 1620 de su villa natal: "tiene una de las más suntuosas iglesias que ay en España labrada de cantería a lo moderno espaziosa con una reja en el coro alabada de muchos artífices tiene un thesoro de mucha estimación y precio en la sacristía de la misma iglesia con muchísimos ornamentos y cosas del serbicio divino que pocas iglesias catedrales le aventajan capillas grandiosas seis cantores y ministriles con salarios competentes que la fábrica de la misma yglesia sustenta con la obstentación que es notoria". El aficionado historiador presumía con legítimo orgullo pues, aparte de la espléndida reja atribuida a Lorenzo de Ávila que todavía hoy podemos admirar, las cuentas de fábrica de la iglesia nos informan de las actividades y los miembros de esa capilla de música. El visitador diocesano en 1612 "mandó que los ministriles agan ejercicio dos veces al día por tarde i mañana como es costumbre i enseñen a los moços de coro como tienen obligación so pena por cada vez que no lo icieren dos rreales de pena para la fábrica de la iglesia i el cura lo aga cumplir".
En la siguiente visita, de 1616, "mandó su merced que los músicos y demás personas que tratan del arte de canto no canten en la sacristía de la dicha iglesia so pena de descomunyón mayor al tiempo que se digan los oficios divinos y de quatro reales a cada uno y lo execute el vicario y cura para la fábrica".
Mal si cantaban en la sacristía, y peor si lo hacían fuera. Así en 1624 "por quanto su señoría fue ynformado que los músicos de la yglesia algunas veces suelen tañir a los baptismos e matrimonios que se hacen, de forma que ay nota en la villa, por tanto mandó su señoría que de aquí adelante en ninguna manera no tañan en semejantes actos syno fuere tan solamente en las cosas tocantes al culto divino y fiestas y actos públicos de la villa. Y lo cunplan pena de excomunión mayor y dé cada uno veynte ducados a cada uno por cada vez que contravinieren a este auto e mandato".
Y en 1628 de nuevo un mandato obligatorio y no prohibitivo: "otrosí mandó su merced que el maestro de capilla de la dicha iglesia dé lición de canto a los criados della y haya exercicio de chirimías cada día de una a dos después de medio día como se solía hacer y no lo haciendo se le multe en lo que tocar aquel día".
La plantilla más habitual era la del maestro más cuatro ministriles (dos chirimías, sacabuche y bajón), y sólo esporádicamente aparece algún cantor. Además estaban los mozos de coro, el organista y en 1662-63 aparece el arpista. Una indicación sobre práctica interpretativa relativa al bajonista Francisco Martínez de León al pagarle por "tañer el bajón al órgano". Estos son los nombres documentados y las cuentas en que se les cita:
Domingo Martínez (†1631), maestro de capilla, cantor y ministril (1609-10, 1611-12, 1613-14, 1615-16, 1617-18, 1619-20, 1623, 1624)
Juan de Bonilla, ministril (1609-10, 1611-12, 1613-14, 1615-16)
el bachiller Juan de Málaga (†1616), organista (1609-10, 1611-12, 1613-14, 1615-16) maestro de capilla (1616)
Antonio Sedeño, sacabuche (1611-12, 1613-14)
Pedro de Madrigal, ministril, bajón, sacabuche, chirimía (1611-12, 1613-14, 1615-16, 1617-18, 1619-20, 1623, 1628, 1634-35)
Francisco Romano, sacabuche (1613-14, 1615-16, 1617-18, 1619-20, 1621-22, 1634-35)
Alonso Gascón (†1659), organista (1615-16, 1617-18, 1621-22, 1623, 1624, se despide en 1653-54)
Francisco Martínez de León (†1631), ministril, bajón, chirimía (1615-16, 1619-20, 1624, 1628)
Francisco Rodríguez, ministril (1617-18)
Juan Rodríguez, ministril, sacabuche (1619-20, 1623, 1624, 1625)
Juan del Río, contralto (1619-20, 1623, 1624, 1634-35)
Francisco López Hernández (1625)
Alonso de Aguilar, sacabuche (1625, 1629-31)
Francisco Muñoz, bajón (1631, 1634-35)
Jacinto Gascón, tiple (1631)
Juan Sánchez, cantor (1631, 1632-33)
Antonio de Becedas, tiple (1631)
Francisco de Pedraça, maestro de capilla (1632)
Martínez, sacabuche (1634-35)
Francisco Martín, tiple (1634-35)
Pedro de Guerra, opositor a maestro de capilla (1630)
Luis de Silva, maestro de capilla (1633-40)
Bartolomé Serrano, maestro de capilla (1653-56)
José Gascón organista interino (1655-56)
Domingo Montañés, tiple capón (1655-56)
Antonio Pallarés, maestro de capilla, contralto, chirimía (1660)
Francisco Álvarez, arpista (1662-63)
En la centuria siguiente parece que la actividad musical se redujo al organista (que también tocaba el arpa) y el bajonista, más los mozos de coro.
De entre todos estos nombres destacan los de Francisco de Pedraza, probablemente miembro de la conocida familia Peraza de organistas y ministriles, y Antonio Pallarés, que debe de ser un seise de la catedral abulense a mediados de siglo y quizás el mismo del que se conservan algunas composiciones en el monasterio de Santa Ana de Ávila. El sacabuche Alonso de Aguilar ingresó más tarde en la capilla de música de la catedral.