Visita a Jerusalén (2). Primera jornada del recorrido de las estaciones (barrio armenio y Monte Sión). Viaje a Jerusalén de Francisco Guerrero (1588)

Ruiz Jiménez, Juan
Real Academia de Bellas Artes de Granada
0000-0001-8347-0988

Resumen

Visita a Jerusalén (2). Primera jornada del recorrido de las estaciones (barrio armenio y Monte Sión). Viaje a Jerusalén de Francisco Guerrero (1588).

Palabras clave

himno , oración , antífona , Pater Noster , Ave Maria , viaje , Francisco Guerrero. El viaje de Jerusalén , Itinerario del viaje a Jerusalén de Francisco Guerrero , cartografiando Francisco Guerrero , Francisco Guerrero (compositor, maestro de capilla) , Francisco Sánchez (músico) , Orden de los franciscanos descalzos , Salandria (franciscano) , Baptista (trujamán)


El día 23 de septiembre, Francisco Guerrero, su discípulo Francisco Sánchez y otros cuatro peregrinos, acompañados de algunos frailes franciscanos, entre ellos un italiano llamado Salandria que llevaba ya veinte años en Tierra Santa, y el trujamán Baptista, iniciaron la primera jornada del recorrido de las estaciones de la ciudad de Jerusalén. Como señala Guerrero, Baptista, además de actuar de intérprete: “nos defiende de muchos malos muchachos que nos dan de pedradas por las calles y nos avisa de lo que habemos de hacer y que no vamos tosiendo ni escupiendo porque piensan los moros que burlamos de ellos”.

La primera estación del itinerario fue la iglesia del convento armenio dedicado al apóstol Santiago, donde la tradición decía que este había sido degollado. En la capilla “de la degollación”, Guerrero nos cuenta una de las numerosas experiencias visuales-hápticas que recogerá en su relato, vinculadas principalmente al contacto directo con objetos sagrados que se ven y se tocan para absorber el poder salvífico o curativo vinculado a ellos, en una tradición de la religiosidad popular que atraviesa la historia hasta llegar a nuestros días: “la capilla de la Degollación está a la mano siniestra de la entrada de la iglesia, adonde está una losa de mármol debajo del altar, adonde tocamos y reverenciamos” (véase recurso). Actualmente, la catedral de Santiago, dedicada a los santos cristianos Santiago el Mayor y Santiago el Menor, es la principal iglesia del patriarcado armenio de Jerusalén o de Santiago, considerándose los custodios de la reliquia de la cabeza del apóstol. Guerrero evita, probablemente de manera consciente, hacer ninguna alusión al controvertido asunto de las reliquias del apóstol Santiago.

El grupo de peregrinos continuó su camino dirigiéndose al lugar que la tradición consideraba había sido la casa de Anás, en la que se encontraba una iglesia armenia, actualmente dedicada a los Santos Arcángeles. Según el evangelio de San Juan (18:13-24), allí fue conducido Jesús tras ser prendido en el Huerto de los Olivos. Guerrero nos precisa, en este momento, que en todas las estaciones se cantaban o rezaban una serie de himnos y oraciones, para los cuales llevaban un libro. Estos son los que se recogen en el apéndice del volumen de Miquel Matas, La devota peregrinació de la Terra Sancta y ciutat de Hierusalem (1604), que estoy incorporando como artículos independientes en paralelo a los dedicados a las distintas etapas del Viage de Hierusalem (1592) que transcurren en Tierra Santa:

“Es de saber que para todos los sanctuarios que se andan en toda la Tierra Sancta, lo primero que se hace es decir un himno y antíphona y verso y oración, que para toda se lleva libro desto, y después que se ha rezado un Pater Noster y un Ave Maria, se nos dice el misterio de aquel lugar”.

En el patio de la iglesia del los Santos Arcángeles se conserva, protegido por un muro, un olivo que la tradición local remonta a los primeros tiempos del cristianismo. Dado su tamaño y la longevidad de estos árboles, todo apunta a que pudo ser “la oliva” que cita Guerrero, o un retoño del mismo: “allí se muestra una oliva donde dicen que Christo estuvo ligado en tanto que salía Anas a verlo: aquí hay indulgencia plenaria” (ver recurso).

Continuaron el recorrido atravesando la puerta de Sión, para dirigirse al lugar en el que, en ese momento, se consideraba que había estado situada la residencia de Caifás, suegro de Anás, sumo sacerdote judío, principales líderes intelectuales en la conspiración para la condena a muerte de Jesús. Aquí se encontraba la iglesia armenia de San Salvador. En ella, Guerrero hace mención a la superficie del altar mayor que se creía era “la piedra que estaba a la puerta del Sancto Sepulchro… es de diez palmos poco más o menos de largo y cuatro de ancho y muy gruesa”. Este tipo de precisos detalles salpican todo el libro e inducen a pensar que el compositor pudo ir escribiendo una especie de diario de viaje que sería la columna vertebral del texto final publicado. Guerrero hace referencia también a un pequeño cubículo en el lateral de la Capilla Mayor, en el Jesús había sido encarcelado, y a un patio con un naranjo en el que sitúa las negaciones de Pedro a Cristo. Como ocurre con otros lugares y pasajes bíblicos, para la casa de Caifás y la famosa conducta del apóstol existen diferentes tradiciones que los ubican en distintos lugares. Sin entrar en esta discusión que, en muchos casos, la arqueología no ha logrado todavía resolver, sigo en todo momento el relato de Guerrero tratando de esclarecer los lugares que visitó realmente en su peregrinación.

Desde 1335 los franciscanos se hicieron cargo del Cenáculo del monte Sión, lugar especialmente emblemático, ya que los evangelios situaban allí la Santa Cena, la llegada del Espíritu Santo y la capilla de la dormición de la Virgen. La tradición ubicaba la sala del Cenáculo en la casa de San Bernabé, situada sobre la tumba de David que se venera en la parte inferior del edificio. En 1343, se instalaba en este lugar una comunidad de doce frailes que edificarían un convento que sirvió durante la Edad Media de albergue de peregrinos. En 1552, los frailes fueron expulsados de este lugar por los otomanos que lo convirtieron en mezquita, obligándolos a trasladarse al convento de San Salvador, lugar en el que se alojaron Guerrero y su discípulo.

El Cenáculo era, por lo tanto, uno de los relevantes lugares bíblicos vetados a los peregrinos cristianos. Guerrero da cuenta de este hecho, explica los motivos y señala que, por esta razón: “de lo alto de esta casa [la de Caifás] (la cual está pocos pasos afuera del muro de la ciudad) hacemos oración y ganamos las indulgencias del sancto Cenáculo, que está muy junto a ella en la cumbre del monte Sión”.

Abandonada la casa de Caifás, bajando un poco por la ladera del monte hacia el este llegaron al lugar en el que los judíos quisieron robar el cuerpo de la Virgen cuando los apóstoles iban a sepultarla. A pesar de que en el mapa del franciscano fray Agostino de Angelis (1578) se la representa como un pequeño edificio (n.º 30), Guerrero nos dice que no quedaba “otra señal deste santuario sino un montón de piedras, aquí hay muchas indulgencias”.

Continuaron descendiendo por el monte hasta llegar cerca del muro de la ciudad: “es el lugar donde Sant Pedro gimiendo flevit amare”. Puede igualmente verse su localización en el mapa de Angelis (n.º 31). Siguieron bordeando la cerca de la ciudad hasta llegar al “muro antiguo”, con toda probabilidad el lado sur del antiguo muro de contención alrededor del monte Moirá que se erigió para ampliar la explanada donde fueron construidos el primer y el segundo Templo de Jerusalén:

“Llegados al muro antiguo, donde está una grande iglesia y casa, como monasterio, que por la parte que la vemos es muy hermosa y en lo mas alto de la torre está una media luna de hierro grande. Esta iglesia es adonde fue la Virgen nuestra Señora presentada siendo niña con las demás virgenes. Es agora principal mezquita de los moros y está dentro del compás donde está el templo de Salomón, que es en los muros adentro”.

Parece claro que Guerrero se está refiriendo a la mezquita Al Aqsa que en el mapa de Ángelis (n.º 5) aparece identificada como “Il tempio dove fu presentata la madonna Maria Vergine”.

De aquí regresaron al monasterio franciscano de San Salvador, sin que se haga ninguna referencia al camino de vuelta, en el que repondrían fuerzas para la siguiente jornada en la cual iban a visitar los lugares sagrados de la Vía Dolorosa.

Para trazar los hipotéticos recorridos de Guerrero en Jerusalén, me apoyaré en el trazado urbano actual y en el citado mapa del franciscano Agostino de Angelis, grabado por Mario Cartaro e impreso en Santa María in Ara Coeli, en Roma, en 1578, el cual fue redescubierto en 1981 por Alfred Moldovan, pasando a formar parte de la extraordinaria colección de mapas de Tierra Santa que atesora esta familia. OpenStreetMap sitúa erróneamente la iglesia armenia de los Santos Apóstoles, la cual se encuentra en el lugar en el que la he geolocalizado.

Véase también: https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1635/jerusalen.

Fuente:

Guerrero, Francisco, El viage de Hierusalem. Sevilla: Juan de León, 1592, fols. 26v-31r.

Bibliografía:

Moldovan, Alfred, “The lost De Angelis map of Jerusalem, 1578”, The Map Collector 24 (1983): 17-24.

Singul, Francisco, “Franciscanos en Tierra Santa: espacios y peregrinaciones en la Baja Edad Media”, SÉMATA, Ciencias Sociais e Humanidades 26 (2014), 407-424.

Creado: 24 Abr 2024
Modificado: 16 Nov 2024
Referenciar: Ruiz Jiménez, Juan. "Visita a Jerusalén (2). Primera jornada del recorrido de las estaciones (barrio armenio y Monte Sión). Viaje a Jerusalén de Francisco Guerrero (1588)", Paisajes sonoros históricos, 2024. e-ISSN: 2603-686X. https://www.historicalsoundscapes.com/evento/1634/jerusalen.
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Recursos

Capilla de la Degollación. Catedral de Santiago (armenia)

Iglesia de los Santos Arcángeles (armenia)

Olivo del patio de la iglesia de los Santos Arcángeles

Enlace externo

Estaciones en barrio armenio y monte Sión. Mapa de Jerusalén. Fray Antonino de Angelis (1578)

Puerta de Sión

<El viaje de Jesusalén. Francisco Guerrero (Sevilla, 1592), fols. 26v-31r

El viaje de Jerusalén. Francisco Guerrero. Jerusalén (1): El barrio armenio y el Monte Sión